martes, 22 de marzo de 2011

El tránsito y la vida


Nueva vez tenemos la noticia de múltiples vidas perdidas en el tránsito, esta vez ocho estudiantes, murieron a poco tiempo del accidente y prácticamente en el lugar del suceso, pero otros ocho heridos en estado muy delicado.

Al menos 16 familias impactadas de manera simultánea, las demás no escapan al dolor colateral, y todo porque no tenemos una verdadera política vial, de respeto, promoción y concienciación sobre la ley de transito y el derecho a la vida.

Hemos sabido ir al Congreso a exigir que la constitución respete la vida, pero irrespetamos esa misma vida, a esos mismos grupos no les parece que es la misma vida. ¿De qué ha de servir nacer si te roban la vida en un instante de inconsciencia de un conductor desaprensivo, borracho, irresponsable?

¿Si nos preguntaran si queremos nacer para morir asesinados por un delincuente que persigue un celular, unos tenis, un reloj? ¿nacer para morir a manos de un verdugo que se hace llamar esposo, quien nos despedaza a cuchilladas, balazos, o con un block?, quizás entonces le diríamos a las iglesias, a las ONGs, a esa sociedad civil, que deben no solo garantizarnos el derecho a nacer, sino también a vivir en una sociedad organizada, segura.

Cuanta irresponsabilidad, reclamar el derecho a la vida y luego no hacer nada con ella, cuanto dinero pedido para proyectos que no se ven, mientras el transito mata a miles, los hombres matan a sus mujeres, y podría seguir buscando más, pero es tiempo de que nos organicemos de manera real y permanente antes que nos quedemos sin hijos, madres, hermanos, amigos.

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