martes, 8 de marzo de 2011

Día Internacional de la Mujer





Hoy, día internacional de la mujer, podríamos hablar de la veintena de mujeres, muchas de ellas adolescentes, quienes han sido asesinadas por sus maridos o ex parejas tan solo en la República Dominicana, podríamos hablar de los bajos salarios que con relación a los hombres obtienen las mujeres aun cuando tienen mayores conocimientos laborales y destrezas o responsabilidad en sus puestos de trabajo.
Podríamos ver la posición marginada de la mujer en la política, podríamos ver los sacrificados roles que tiene que sobrellevar la mujer dominicana, quien además de trabajar en la calle debe cumplir a la perfección con su aspecto de madre, esposa, ama de casa y además no quejarse y quien es muy censurada cuando decide dejar de lado cualquiera de esos aspectos.
También podríamos ver la mujer fuera de nuestras fronteras y observarla en medio oriente donde las musulmanas son obligadas por los talibanes a cubrirse con el burka, aquel saco negro que apenas tiene unas rejillas en el rostro para poder ver por donde caminan, o de aquellas que son apedreadas ante acusaciones de infidelidad.
En Africa donde las mujeres son literalmente mutiladas en sus genitales para impedir que puedan sentir placer sexual, en cada caso hablamos de mujeres como objetos, propiedades de sus opresores, mejor llamados esposos. Sin embargo, hoy 8 de marzo, día internacional de la mujer quiero hablar de las otras mujeres quienes verdaderamente no han pasado esos horrores, pero que han tenido que vivir sus propias pesadillas y salir adelante.
Aquí y en todo el mundo muchas mujeres han logrado levantarse y enfrentar no solo a sus verdugos, sino también sus miedos. Ningún verdugo tendrá tanto poder sobre su presa como si misma. Al igual que en la esclavitud, tu captor podrá poseer tu cuerpo, pero no tu alma o tu espíritu.
Tus sueños están dentro de tu cabeza, corren por tu sangre, vibran a tu ritmo y solo a ti te pertenecen, de ahí aquel libro llamado: “no permitas que te roben tus sueños”, sin embargo, los especialistas de la conducta aseguran que para poder oprimir el cuerpo también es preciso dominar la mente de la víctima, condicionarla, un trabajo que se va realizando día tras días, año tras año, limitando la actividad cerebral.
Decirle a una de estas mujeres maltratadas que escapen es fácil, criticarlas porque siguen aguantando es fácil, meterse en sus cabezas es la parte difícil. El problema fundamental que como sociedades no nos hemos ocupado de impulsar programas de orientación y capacitación para que cada una entienda que es un ser independiente, con voluntad y que en la medida que cada una es más feliz y alcanza metas, como sociedad también somos mejores.
A pesar de tener un ministerio de la mujer, y otros organismos enfocados a la mujer y la familia, estamos muy lejos de acercarnos a la meta. Mientras, creo que cada uno que esté consciente de esta realidad ponga un granito de arena, ya sea siendo parte de alguna organización o dándole apoyo a la mujer mas cercana que pueda necesitarla.
Lograr que nuestras hermanas, hijas, amigas y nosotras mismas lleguemos a la vejez sanas y salvas y una responsabilidad de todos.

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