viernes, 30 de agosto de 2013

Viviendo con el enemigo


Durante la adolescencia no es raro que los hijos sientan que sus padres son sus enemigos. 
Muchos no quieren ser vistos con sus progenitores para evitar las preguntas de sus amigos, las cuales pueden llegar a convertirse en burlas de parte de compañeros y supuestos amigos. 
Estos malestares pueden llegar a ser la causa principal de los distanciamientos permanentes entre padres e hijos.
No es raro que los padres también se sientan muy incómodos con sus hijos, con quienes en la infancia pudieron sostener relaciones alegres y armoniosas, pero ya en la adolescencia, extraño periodo de la vida donde surge  todo tipo de cuestionantes y al parecer hay que ser reactivos de manera obligatoria, para muchos padres es un calvario inexplicable.
Es en la adolescencia cuando muchos jóvenes inician las drogas, sexualidad, embarazos prematuros, enfermedades de transmisión sexual y cuantos malos hábitos puedan existir.  
De ahí que muchos padres que se sienten sin salida   los echan a la calle.  Muchos pudiendo salvarse aún, pero como han perdido la comunicación también se pierden las oportunidades de crecer juntos. 
Lograr que ambas partes pongan de sí para sobrellevar ese periodo que puede durar alrededor de cinco anos, muchas veces necesita la intervención de sicólogos.
  Ayuda que puede venir a través de la escuela o los colegios que tienen orientadores, a través de las iglesias que pueden tener programas de consejerías o por iniciativa de los padres, que buscan ayuda  privada.
Sea cual sea la ayuda, es preciso buscarla, porque el malestar que se genera en el hogar es sofocante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario