Hoy les entrego un fragmento de un artículo de la psicologa y educadora Lourdes Henríquez, quien trata el tema de la autoestima, para verlo en extenso visita www.cedinfa.blogspot.com, bajo el título “Autoestima y vida de pareja”.
La autoestima es la evaluación que la persona se hace de su propio valor. La terapeuta de familia Virginia Satir la define como “un silencioso respeto por uno mismo” y como “la forma de tratarnos con dignidad, amor y realidad”.
Una persona sufrirá si no se siente valorada por las personas importantes de su vida. Supongamos que en tu sistema familiar has aprendido que tener una pareja estable es una medida de triunfar en la vida; pero por más que lo intentas no logras sostener una relación duradera; eso hará que bajes tu autoestima.
Lo que tú valoras o rechazas de ti misma depende, en gran medida, de lo que has internalizado, por lo que se espera de ti en el medio familiar y social.
Cuando una persona se quiere, no lastima, humilla o destruye a los demás; pero está claro que tampoco lo hará consigo misma. Si te amas puedes incluso iniciar un camino de destrucción de tu propia persona, como por ejemplo, consumir alcohol en exceso; fumar como un vicio o deprimirte por la forma en que te va en la vida. Sin embargo, puedes darte cuenta de lo que estás haciendo y encontrar fuerzas para cambiar de rumbo.
Reflexionando sobre la ola de violencia que nos arropa y la incomprensión en las relaciones de pareja como lo demuestra el alto índice de divorcios y separaciones, pudiéramos levantar la autoestima desde la familia, desde la escuela, desde los medios de comunicación y en el discurso de los ministros y religiosos, como un plan de trabajo de todos.
La autoestima es la evaluación que la persona se hace de su propio valor. La terapeuta de familia Virginia Satir la define como “un silencioso respeto por uno mismo” y como “la forma de tratarnos con dignidad, amor y realidad”.
Una persona sufrirá si no se siente valorada por las personas importantes de su vida. Supongamos que en tu sistema familiar has aprendido que tener una pareja estable es una medida de triunfar en la vida; pero por más que lo intentas no logras sostener una relación duradera; eso hará que bajes tu autoestima.
Lo que tú valoras o rechazas de ti misma depende, en gran medida, de lo que has internalizado, por lo que se espera de ti en el medio familiar y social.
Cuando una persona se quiere, no lastima, humilla o destruye a los demás; pero está claro que tampoco lo hará consigo misma. Si te amas puedes incluso iniciar un camino de destrucción de tu propia persona, como por ejemplo, consumir alcohol en exceso; fumar como un vicio o deprimirte por la forma en que te va en la vida. Sin embargo, puedes darte cuenta de lo que estás haciendo y encontrar fuerzas para cambiar de rumbo.
Reflexionando sobre la ola de violencia que nos arropa y la incomprensión en las relaciones de pareja como lo demuestra el alto índice de divorcios y separaciones, pudiéramos levantar la autoestima desde la familia, desde la escuela, desde los medios de comunicación y en el discurso de los ministros y religiosos, como un plan de trabajo de todos.
autoestima
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